El Inexorable Llamado a SER

Mucho se habla de empoderamiento, de despertar o de elevar el nivel de conciencia. Sin embargo, estos conceptos son conceptos vacíos, sin valor alguno, si aún estás esquivando el inexorable llamado de tu esencia a simplemente SER.
¿Qué podrías empoderar si no sabes quién eres? ¿El ego? ¿Tus inseguridades?
¿De qué sirve despertar si no tienes idea de quién es el despierto?
¿Para qué una conciencia más elevada si eres incapaz de aplicarla en los desafíos que te llegan cada día?

SER va más allá de los gustos, las aptitudes o la vocación. Tiene que ver con identificar los miedos, los patrones enfermizos y la valentía. SER exige honestidad con uno mismo, vivir sin buscar la aceptación y aprobación de los demás. SER es asumir y recordar la propia grandeza para exudarla e imprimirla en cada gesto, palabra y acción que se manifieste.

¿Por qué resulta tan difícil vivir desde el SER? Porque la mayoría de las personas cree ser lo que dice su título, su cargo, o lo que los otros le dijeron que era y que, peor aún, terminó por creerlo. Es decir, la mayoría de las personas se identifica con esos otorgamientos porque desconocen quién de verdad son, cayendo en un círculo vicioso. Es difícil porque se han perdido de sí mismos desde el primer aliento, complaciendo a sus padres, cumpliendo con el colegio y todas las demás responsabilidades que nunca más cesaron. Han permanecido huyendo de sus miedos y dolores más profundos, sin reconocerlos, aceptarlos ni menos sanarlos. Se desconocen, se niegan en múltiples formas y por lo mismo son incapaces de encontrarse. Permanecen absortas y embobados en lo que los distintos sistemas y estructuras sociales les indican tienen que hacer, deben tener o requieren cumplir, para calzar dentro del modelo impuesto. Porque calzar les hace sentirse seguras.

¿Sabías que más del 85% de los cuadros de estrés y de depresión tienen de base la consagrada lucha entre el SER y el «deber ser»?
TODO en la sociedad de matriz holográfica nos lleva a desvincularnos de la Divinidad que en realidad somos. Seguimos religiones, modelos, estilos de vida, de belleza o de conductas predefinidas, para sentirnos parte del mismo sistema que nos subyuga. Por lo mismo, todo aquel que tenga un gramo más de verdadera sensatez que el resto, de conexión con su llamado a SER, se le mira raro, con desconfianza y se le juzga, tildándolo de rebelde, desadaptado y, en el mejor de los casos, de “especial.”
El llamado a SER es permanente y muchas veces crudo pues nos sumerge en sensaciones poco agradables como pueden ser la incomodidad, por sentir que no calzamos con estos modelos ficticios y forzados; de miedo, porque debemos soltar lo conocido para aprender a vivir en la certeza de la incertidumbre; de dolor, porque debemos hurgar en las heridas personales, ancestrales e incluso de la mismísima humanidad.
El llamado a SER también nos expande en experiencias sublimes y sobrenaturales que nos llevan a activar sentidos que estaban dormidos, a ver colores nunca antes vistos, a expresarnos por medio de la telepatía, a experimentar amor y paz con capacidades que no sabíamos que teníamos; a trascender los límites de la materia; a comprender que TODO es sólo frecuencia y vibración; que la mente humana es un vehículo restringido que puede ser entrenado para más; o que el lenguaje distorsiona y es incapaz de expresar este tipo de experiencias.
El llamado a SER es para todos único y sigue trayectorias individuales de acuerdo a los niveles de conciencia de cada cual, así como también de acuerdo a su propósito y objetivos en su plan cosmouniversal de evolución. Sin embargo, el proceso de SER tiene algunas fases que se observan con relativa facilidad, aunque se pueden dar indistintamente y en diferente orden:
– Experiencias sobrenaturales/místicas
– Activación/habilidad de algún sentido adicional a los 5 conocidos
– Reconocimiento de una matriz holográfica
– Vivenciar que TODO es frecuencia y vibración
– Recordación de otras líneas de tiempo
– Reconocimiento del engaño/control detrás de las estructuras de la matriz holográfica (educación, economía, salud, etc.)
– Búsqueda de sentido por medio de múltiples caminos
– Ser observadores y omitir juicios
– Buena administración y desapego de las emociones
– Amor por las actividades que se realizan
– Buscar la expresión de los dones y talentos
– Permanente conexión al Yo Soy

Todos estamos llamados a SER, pero muy pocos atienden ese llamado o logran vivir desde él. Algunos medio lo asumen pero no saben cómo dar cabida a las demandas que el SER les hace.
Otros siguen el llamado a SER pero intentan conciliarlo con su forma de vida impuesta, enfermando de depresión, cáncer o simplemente se resignan a ser infelices, argumentando que así es la Vida y es lo que les toca vivir, negando su responsabilidad de haber creado las circunstancias por las que atraviesan y más importante aún, negando la DIVINIDAD que SON.

El inexorable llamado a SER es un llamado a vivir en plenitud, exudando, plasmando y con ello honrando el Dios que somos y que tanto resistimos ser.

Gracias por leerme hasta aquí, compartir y comentar 😃

Un abrazo,

Pamela – Septiembre 2023

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La oportunidad de nuestras circunstancias presentes

El estallido social que estamos viviendo hace un par de semanas no deja indiferente a nadie. Si queremos ser agentes de cambio, construir una realidad mejor para todos, en primer lugar debemos partir con nosotros mismos y los procesos para potenciar lo mejor de cada uno.  

Vivimos una realidad energética: pensar que nuestras circunstancias son independientes de nosotros y del mundo que nos rodea es cegarnos y vivir vulnerables a todo tipo de influencias. Tenemos una relación constante e indisoluble con todo aquello que nos rodea. También tenemos una relación constante e indisoluble entre aquello que pensamos, aquello que sentimos, el sentido que le damos a nuestra vida y, la expresión de todo lo anterior, a través de actitudes, acciones y conductas. Para que nuestra unidad interior y con el todo funcione en equilibrio, necesitamos manifestar siempre aquello que sentimos y pensamos, así como también saber leer las circunstancias que nos rodean. Cuando ocultamos, consciente o inconscientemente, nuestras necesidades, emociones, pensamientos o deseos, se produce un desequilibrio importante en nosotros y lo manifestamos a través del cuerpo por medio de un síntoma o enfermedad. O bien, comenzamos a encontrar dificultades en nuestra vida, algo que muchas veces llamamos casualidad o simplemente “las circunstancias”. Esta interrelación es tan poderosa que, a veces nuestras necesidades son incluso desconocidas para nosotros mismos pero, en este orden perfecto, nuestra esencia reclama y las manifestaciones internas y externas se encargan de entregarnos el mensaje.

Desde esta perspectiva, cada enfermedad o cada dificultad que enfrentamos es un llamado de atención que nos intenta mostrar aquellos pensamientos, emociones o actitudes que nos han sacado de nuestro equilibrio natural. Por lo tanto, la intención del síntoma y la enfermedad o del conflicto y dificultad, es hacernos conscientes para que podamos revisar aquello, en nosotros, que nos daña. Sin embargo, esa intención casi nunca es considerada. Muchas veces ante una dificultad, simplemente nos arremangamos y comenzamos a trabajar para resolverla, sin detenernos a observar su real significado en nuestras vidas. Así mismo, nuestra actitud ante la enfermedad es aplacar cuanto antes el síntoma y anestesiar el dolor, pasando por alto su invaluable mensaje. No cabe dudas que el agitado ritmo de nuestra vida actual nos deja poco espacio para ello, pero la invitación que hacemos en Bioconciencia es que al menos lo intentes puesto, el ahorro en tiempo, recursos y sobretodo de futuras recaídas, reincidencias y otras enfermedades es tal, que bien vale la pena explorarlo.

A continuación te ofrecemos algunas recomendaciones para comenzar a establecer un mejor vínculo entre tu síntoma y tú. Para ello, debes contar con al menos unos minutos para estar contigo y atender los siguientes planteamientos:

  • En caso de un síntoma o enfermedad declarada, observa para qué sirve la zona afectada, reconociendo también las inhibiciones que este síntoma o enfermedad genera en ella. Ej.: Conjuntivitis, reviso que los ojos sirven para ver. Los síntomas son dolor, picazón, irritación, incomodidad cuando se pegan. Entonces, una pregunta puede ser ¿Qué o quién me incomoda, irrita o duele ver? Hay veces en que con esta sola pregunta el síntoma comienza a remitir. Mientras se está en el proceso de revisión, se sugiere recurrir a algún tipo de remedio casero o natural para aliviar el síntoma. Si la situación se mantiene o empeora, trátelo con medicina tradicional y en forma paralela continúe su revisión con ayuda de un terapeuta y lecturas de apoyo, entre otros. Mientras más urgente es la necesidad de atender el síntoma o la enfermedad, más urgente es el llamado interior a hacernos cargo del conflicto interior que lo detonó.
  • Cuando un niño enferma, si bien está dentro de las mismas explicaciones, ej.: Otitis, hay que revisar qué produce tanta rabia oír de mamá o papá o bien, qué incoherencia ha oído de los padres, etc. Incluso, se puede considerar la posibilidad que el niño esté expresando en sí mismo, el conflicto de algún adulto significativo dentro de su núcleo inmediato.
  • Cuando la persona se ve enfrentada una dificultad, lo más sensato es revisar si esta situación podría ser la reiteración de otras situaciones equivalentes y ya vividas con anterioridad. Si este fuera el caso, se está ante un “patrón” por lo que es probable que la situación esté asociada a algún aprendizaje pendiente. Ya sea una reiteración o algo que se vive por primera vez, lo mejor es preguntarse qué es lo que más me cuesta enfrentar o hacer en este momento. Una vez hecha la conciencia, es importante actuar en el corto plazo.

Una excelente práctica “preventiva” es trabajar con Análisis e Interpretación de Sueños (AIS) para mantener un diálogo abierto y constante con todo el mundo inconsciente.

Espero esta pequeña nota sea un apoyo real y práctico a tu momento actual.

Un abrazo,

Pamela – Noviembre 2019

¿Estás listo para el nuevo Chile?

El estallido social que hemos vivido en los últimos meses se origina en lo más profundo de los sistemas que nos dan origen como nación. Conocemos de sobra las razones de este descontento y a lo que aspiramos como ciudadanos conscientes. Vivimos un momento único en que seremos testigos y actores de esta importante transformación que resignificará todo nuestro quehacer.
Como ciudadanos somos responsables del estallido y de trabajar por la gestión de soluciones que mejoren nuestro entorno inmediato y también aquel de las futuras generaciones. Sin embargo, como individuos, nuestra responsabilidad es hacia nosotros mismos. Lo que vivimos hacia afuera como ciudadanos, es también un reflejo de nuestro sentir más profundo.
Es el momento ideal de hacernos las siguientes preguntas: ¿Cuántas de nuestras necesidades más íntimas y personales hemos cubierto? ¿Sabemos siquiera cuáles son? ¿Hemos hecho oídos sordos a nuestros propios deseos y anhelos? ¿Nos gusta nuestro trabajo? ¿Estamos viviendo nuestra vocación? ¿Estamos en una relación afectiva que nos nutre o estamos simplemente marcando el paso y no tenemos el coraje de terminarla? ¿Se me pasa el día sin saber qué hice para mí, por mí? Nuestra realidad personal no existe al margen de nuestra realidad externa o social. Somos un todo. Por lo tanto, este momento de transformación como pueblo, como nación, nos ofrece también una oportunidad única para hacernos cargo de nuestro sentir individual.
Debemos aprender a reconocer nuestras formas de boicot, nuestros patrones repetidos, nuestros miedos inhibidores, nuestros deseos frustrados, nuestras formas de pensamiento estrecho y limitado. Es hora de hacernos cargo de todos nuestros pendientes que ya no pueden esperar más.
En Bioconciencia contamos con 2 técnicas de trabajo personal que te pueden asistir en este proceso de resolución. Tu conocimiento y poder más grande residen en ti. Es hora de descubrir el camino hacia un vivir plena y conscientemente:
¿Sabías que a través de la información que te entregan tus sueños noche a noche, puedes descubrir tus necesidades presentes y rápidamente encontrar el camino para responder a ellas? El AIS o Análisis e Interpretación de Sueños, te permite identificar rápidamente, sin filtros y en orden de importancia tus situaciones no resueltas y que son básicas para sostener un equilibrio interno.
Todas nuestras experiencias pasadas viven en nosotros, en aquello que llamamos memoria celular. Están en nuestro ADN y modelan nuestros pensamientos y formas de actuar. Es así como hay circunstancias vividas cuyas emociones aún nos paralizan. Por otra parte, nuestro poder y valentía también están activos pero a veces hemos olvidado como reencontrarnos con ellos. La ARB o Activación de Registros Bioenergéticos nos permite acceder de forma segura y directa a nuestros mejores recursos.
Chile despertó y te invita a que tú también despiertes a una mejor versión de ti.

Un abrazo,

Pamela – Enero 2020