EL SER EN LA TRASCENDENCIA DE LA DUALIDAD

Nuestra experiencia en este plano de la materia es parte de un proyecto de evolución y expansión muy interesante, pero que lamentablemente ha fracasado en 6 oportunidades anteriores. Tan interesante es este proyecto, que muchas razas estelares quisieron participar de distinta forma; algunas quisieron aportar con su ADN otras, con su experiencia o recursos de distinta índole.

Como todo proyecto que sobrelleva múltiples intereses, este no ha estado exento de pugnas motivadas porque los intereses de cada parte, en algunos casos, han pasado por encima de los intereses globales y propósito general del proyecto en sí. Todo lo anterior ocurre en un marco de experiencias que, por más aberrantes que nos parezcan, son resultado de acuerdos e intereses políticos, de los “dueños” y participantes del proyecto.
A esta altura, bien nos podríamos preguntar ¿qué diablos estábamos pensando cuando decidimos participar en él? Pero lo cierto es que aquí estamos para trascender y llevarlo a su desarrollo total, tal y como fue concebido.
Bueno, más allá del rol que a cada cual le compete en este experimento y que por lo demás cada cual debe descubrir, es importante recordar que, para que no desperdiciemos esta séptima oportunidad, debemos hacer uso de todos nuestros recursos obtenidos, encarnación tras encarnación en las 6 líneas de tiempo anteriores, para salir airosos en esta ocasión porque nuestro avatar fue diseñado perfecto para las experiencias en este plano de densidad y dualidad.

En el primer capítulo en el que les hablé sobre la mente, expliqué su funcionalidad y cómo obtener resultados positivos, trascendiendo sus vicios y aspectos que nos llevan a la vulnerabilidad.
Así como la mente, nuestra emocionalidad es otra de las estructuras bioenergéticas dinámicas que nos conforman y una que muchas razas estelares quisieran tener, por la capacidad de experimentación que brinda. En otros casos y para otras razas, nuestra emocionalidad es materia de investigación e incluso, alimento nutritivo.
Ahora que conocemos algunas de las trascendencias de nuestra emocionalidad, veamos cómo opera en nosotros.
La principal función de la emocionalidad, en nuestra aventura como humanos, es la de poder experimentar la amplia gama de sentimientos y emociones posibles que operan al igual que nuestra mente, bajo programas preestablecidos y, que a pesar de ello, nos permiten aprendizaje, conciencia y evolución.

La experimentación de las emociones siempre se da en la expresión dual que se sostiene en la densidad, permitiéndonos la conciencia y experimentación de la totalidad, cuando nos hemos movilizado a través de todo el espectro que promueven las dos polaridades que la conforman; entendiendo que, los polos son las expresiones más extremas de un mismo eje. Así por ejemplo, en el eje de la tristeza encontramos también la alegría; en el eje del dolor encontramos el placer; en el eje del entusiasmo, la apatía y así con todos los demás.

Aquellas emociones que nos resultan perturbadoras o incómodas nos enseñan a no querer repetirlas y las agradables, a buscarlas o querer permanecer en ellas.

Importante es también saber que la posibilidad de experimentar las emociones va de la mano de la programación que se da a través del sistema endocrino y su correspondiente secreción de hormonas.
Así como toda la evolución y desarrollo de nosotros como humanos está guiada por los programas hormonales de crecimiento, pubertad, vida fértil (en todas las áreas) y vejez, la experimentación de las emociones también lo está. Por ello, el aprendizaje en el ser humano se da en razón a la experimentación y a la repetición sostenida de una conducta o actitud que promueve en el tiempo, una “adicción” a la bioquímica manifestada por dicha conducta repetida.
Es así como todo cuanto hemos aprendido o repetido lo suficiente, nos hace adictos. No importa si la acción o conducta repetida es positiva o negativa para nuestro Ser, su resultado adictivo es el mismo. Con ello en mente, nos resulta más sencillo comprender el por qué por ejemplo las dietas, en el mediano o largo plazo, no funcionan o, por qué a una persona que es permanentemente violentada, le cuesta tanto dejar ese ambiente tóxico y denunciar su caso; o a una persona con depresión, revertir su situación.
Desde esta perspectiva, lo único capaz de romper una adicción es otra adicción, pues así está configurado nuestro avatar y la experiencia humana . Por ello viene bien comprender que entre las dos polaridades de cualquier eje, existe una gradación continua que les une y les integra confirmando el Todo. Es así como por más adictos que estemos a una situación o conducta, por programa, siempre podemos movilizarnos con relativa facilidad a cualquier partes del eje y de un polo al otro. Además esto último guarda relación con las leyes cuánticas presentes en este universo.
La experiencia de la emoción involucra a todo nuestro Ser. Genera reacciones bioquímicas, detona pensamientos, conductas y acciones. Por ello a través de la emoción experimentamos la Vida y sus bemoles, quedando en nosotros un registro de cada experiencia gracias a su bioquímica asociada.

Aquí algunas sugerencias para una mejor administración de la poderosa y desconocida riqueza que nos entrega esta estructura bioenergética dinámica llamada emocionalidad:

+Experimenta con confianza cada emoción
+Aprende a identificar la bioquímica asociada a cada emoción (sensaciones)
+Sé consciente que una vivencia emocional se convierte en experiencia y a la larga en tu propia fuente de sabiduría
+Aprende a reconocer el tipo de pensamientos que activa una determinada emoción y vice versa
+Ante el atrapamiento de una emoción por su bioquímica adictiva puedes:
* Escoger seguir atrapado o salir de ahí (siempre pasa por una decisión)
* Moverte dentro del eje hacia una posición, dentro de él, más favorable. ¿Cómo? Buscando una vivencia en tu mente en la que te hayas sentido diferente ( en paz, en equilibrio, seguro, feliz, etc.)
* Usar tu respiración como un recurso de liberación
* Tomar una caminata de 20 minutos
* Internarte en la naturaleza

*Quitarte los zapatos y caminar sobre una superficie natural (tierra, pasto, arena, etc.)
* Pedirle a tu Yo Soy o a tu Esencia, te muestre cuál es tu necesidad (emocional) que intentas satisfacer por medio de ese atraoamiento
*Dejar de huir o de evadir tus emociones
*Identificar qué emociones te generan conflicto y buscar el origen de ello
*Identificar tu grado de madurez emocional

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