Nuestro cuerpo humano es la interrelación de diferentes campos electromagnéticos aglutinados por una conciencia bajo la dirección de nuestra Esencia DIvina. Así como tal, es una unidad perfecta, con capacidades extraordinarias. Sin embargo, existen diversos factores que nos han llevado a una desconexión de dichas capacidades, siendo las principales las siguientes:
+Desconexión de 10 pares de hebras de ADN
+Las intervenciones al programa original de Vida en nuestros cuerpos bariónicos, tales como programas de envejecimiento, enfermedades o el miedo para facilitar el control y sometimiento generalizado
+La estructura de modelamiento psiconeuroconciencial ejercida a través del “domo” ubicado sobre una porción de la Tierra
+El adoctrinamiento socio/cultural basado en el miedo que genera una dependencia hacia el sistema que sirve a las razas administradoras del proyecto/experimento del que formamos parte como humanidad
+El valor otorgado al sistema de medicina alópata que opera en total desconexión de la naturaleza y las propias capacidades naturales del cuerpo
Cuando comenzamos a retomar la conciencia que nuestro cuerpo responde al principio básico y original de propensión a la Vida y que por ello es una estructura bioenergética perfecta, comprendemos que un síntoma físico como un dolor, una enfermedad o un problema circunstancial, son una manifestación concreta de un profundo desequilibrio, que debe ser en primer lugar atendido, para encaminarnos hacia una curación o resolución del mismo.
De acuerdo a lo anterior, un síntoma o un problema constituye la señal adecuada y muchas veces literal para comprender qué está fuera de equilibrio, de tal forma que lo podamos ver para hacernos cargo. Sin embargo, cuando rápidamente queremos apagar un dolor corporal por medio de antinflamatorios o analgesia, nos estamos perdiendo la posibilidad de sanar desde el origen y transformar por medio de ciertas acciones nuestra realidad para mejor.
En la medida en que vamos recuperando la conciencia que nuestro cuerpo posee condiciones extraordinarias de regeneración, que aprovechando los regalos de la naturaleza para facilitar este proceso estamos en sinergia e incluso, si decidimos utilizar paliativos del dolor para así poder sumergirnos en una conciencia más completa y no para anestesiarlo, comenzamos a recuperar el poder que inevitablemente fuimos entregando al sistema establecido en el que nos desenvolvemos.
Si posees síntomas físicos que te acompañan desde hace ya algún tiempo, si vas repitiendo patrones de conductas que has querido cambiar y no has podido, o si sientes que estás entrampado en situaciones o ambientes poco favorables, es tiempo de comprender que esas circunstancias son señales que no has podido leer o interpretar y, permanecen activas, para que finalmente puedas superarlas.
Si quisieras abordar tus circunstancias actuales desde una mirada más completa e integrada, pongo a tu servicio mis más de 20 años de experiencia en acompañamiento individual con técnicas que aumentan tu nivel de conciencia para una mejor observación y transformación.
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