Desde hace ya algunos meses estamos siendo transformados por un nuevo pulso en la Tierra conocido como la frecuencia del Corazón Esmeralda que, entre muchos beneficios, viene a sintonizar nuestros corazones activando un chakra que estuvo en desarrollo por mucho tiempo, el Alto Corazón. Este nuevo chakra tiene la capacidad de sintonizar esta frecuencia de amor mucho más elevada que la que hemos conocido hasta ahora. A decir verdad, el amor que hemos experimentado hasta aquí es un amor excesivamente limitado, lleno de egoísmos, condicionamientos, celos y todo tipo de inseguridades.
El nuevo pulso de amor que activa la frecuencia del Corazón Esmeralda, es un amor profundo, bondadoso, generoso y colaborativo en sí mismo. La preparación hacia este nuevo pulso no es nueva, inicia en forma incipiente en el siglo pasado con el nacimiento de los primeros humanos portadores de una frecuencia más elevada (niños índigo) por allá en la década del 50, lo que permitió elevar la conciencia reinante hasta ese momento y así sostener movimientos socioculturales que terminaron con la segregación entre blancos y negros, apoyaron el fenómeno del rock & roll como un movimiento de apertura y la transformación que inició en el movimiento hippie, entre muchos otros.
A modo de ir comprendiendo mejor este nuevo pulso y su alcance, es también importante revisar el tipo de ordenamiento e interacción política, social y económica que ha marcado el quehacer de los últimos milenios: Invasiones y guerras por poder. Los distintos sistemas de castas, clases sociales, gobiernos, religiones, así como los directorios y estructuras al interior de las empresas, al igual que la familia como elemento nuclear de la sociedad, expresan la necesidad de un ordenamiento jerárquico e incluso de sometimiento, como la principal forma de administrar el poder, que se observa y que es asumido como algo externo al SER. Viene bien hacer creer que el poder es ajeno al SER, porque así se conduce a creer que se debe competir para alcanzar un objetivo dentro de la dualidad de este plano y, en este sentido, el poder que otorga la jerarquía piramidal ha servido a ese propósito.
Conforme nos fuimos preparando para este tiempo, vimos el surgimiento de nuevos movimientos sociales y organizacionales que nos fueron ayudando a transitar para llegar a sintonizar con la frecuencia del Corazón Esmeralda. Así observamos el surgimiento y auge de la ecología, el feminismo, las comunidades LGBT, las evaluaciones 360° en todo tipo de estructuras organizacionales, la aplicación de metodologías ágiles a la hora de transformar la forma de operar de las organizaciones o la responsabilidad social y, más recientemente, la sustentabilidad y la economía circular, por nombrar algunos pocos, que abarcan los diferentes ámbitos del quehacer colectivo.
El nuevo pulso y su frecuencia, van modelando en primer lugar nuestro amor propio, poniendo énfasis en el SER, llevándonos a reconocer nuestro poder personal, haciéndonos sentir naturalmente merecedores de la Vida, sin la necesidad que una institución, cualquiera sea, nos valide o valore, otorgándonos títulos, crédito o méritos. Sin ir muy lejos, hoy podemos observar que las generaciones actuales no tienen demasiado interés en la obtención de bienes materiales para sentirse seguros o estables, ni tener hijos o construir una familia como la conocimos en antaño, pues privilegian su libertad para administrar el tiempo, de tal forma, que les permita Vivir, disfrutar de la Vida y sus interacciones, así como entregarse a sus propósitos de Vida, mucho más que a sus padres y abuelos.
Durante la última década comenzamos a ver también una actitud generalizada de mayor colaboración que se expresa de múltiples formas. Por ejemplo, cantantes se unen entre sí para crear o interpretar temas en conjunto; las llamadas habilidades blandas comienza a marcar la diferencia a la hora de hacer contrataciones y diversos programas de inclusión son considerados urgentes en todo nivel. También, vamos observando que la competencia como incentivo y motor de transformación, va lentamente quedando obsoleta porque la conciencia individual sólo adquiere sentido, en una participación que se comprende recíproca con y en el Todo. Es así como hoy adquiere mayor sentido el comprender que si ayudo al otro a conseguir su objetivo, todos ganamos. Que el logro del otro también me nutre y me enriquece y que mi interacción afecta al Todo.
En otro sentido, este nuevo pulso también nos hace más sensibles y perceptivos para leer el corazón del otro, pudiendo interpretar con mayor facilidad la motivación e intención de las personas que nos rodean o de las instituciones y empresas en las que participamos. Así nos va resultando más sencillo el poder discriminar afirmaciones que se nos obligaron a creer y aceptar como válidas, dentro de las cuales encontramos por ejemplo que no hay comida suficiente para todos en el planeta, o que la humanidad como tal es la responsable del cambio climático, que el dinero se obtiene con el sudor de la frente o que se debe estudiar una carrera para ser alguien en la Vida, entre muchas otras aberraciones que nos condujeron sólo a nutrir las intenciones de unos pocos que ostentaban mayor poder, dentro de las estructuras jerárquicas.
El pulso de la frecuencia del Corazón Esmeralda no discrimina, nos viene sintonizar a todos por igual, pues no intenta crear separaciones entre los llamados “conscientes/despiertos” o los rezagados. El pulso del Corazón Esmeralda nos devuelve al pulso del Proyecto Original de la Humanidad, creando una nueva línea de tiempo, con tantas posibilidades y libertad como Tú desees y estés dispuesto a experimentar. De Ti depende hacer de esta Frecuencia una que te lleve a danzar por la integración y el discernimiento y a conocer y experimentar el Amor como jamás antes lo hiciste. Disfruta de este tiempo y siéntete embajador de esta frecuencia cada vez que interactúes en tus distintos grupos y quehaceres. A todos les gustará rodearse de tu presencia y quienes no sean capaces de integrar tu frecuencia, naturalmente se harán a un costado.
Déjate sorprender por las nuevas formas de hacer y construir la Vida, por las nuevas formas más sutiles, amables y cálidas de crecer y crear en conjunto. Estamos en los albores de este nuevo pulsar, creando en conjunto una nueva línea de tiempo, armónica y justa per se.
Si lo que has leído hasta aquí te vibra y resuena como una Verdad que agita tu corazón, te dejo estas simples sugerencias para activar más rápidamente el Alto Corazón y permitir que la sintonización de la frecuencia del Corazón Esmeralda transforme tu Vida:
1) Ámate como nunca antes, aceptando tus errores y caídas y entendiéndolos como aprendizajes valiosos.
2) Ámate reconociendo el bello SER multidimensional que eres
3) Ámate sin juicios ni reproches
4) Ámate con altura de miras y reconoce la experiencia adquirida en tu caminar
5) Deja de juzgar las acciones y actitudes del resto
6) Asume que todo aquello que te sucede lo has creado Tú, para tu más alto aprendizaje y beneficio
7) Asume que tu cuerpo es una máquina perfecta y que todo síntoma y enfermedad los has generado tú mismo por la falta de equilibrio y coherencia en el SER
8) Asume que victimizarte te resta energía valiosa
9) Asume y acepta que la culpa te corroe, te drena y te estanca
10) Observa y descubre a qué y quiénes les has entregado tu poder y recupéralo
11) Reconoce tus miedos y descubre a qué sistema alimentan
12) Practica la gratitud como un ejercicio permanente
13) Cuida tus palabras pero, sobre todo, cuida tus pensamientos
14) Sana tus emociones de rabia, dolor y miedo
15) Reconoce tus debilidades para que se conviertan en tus mayores virtudes
16) Perdónate porque en ese acto redimes
17) Deja tiempo para contemplar y soñar, pues son la base para crear
18) Revisa y asegúrate que siempre estés en Coherencia, así te evitarás problemas y enfermedades
19) Ama en libertad y en desapego
20) Aprende a sintonizar mente y corazón
21) No pienses, discierne
22) En el encuentro con otros, practica leer sus intenciones para que puedas decidir en libertad
23) Abre tu mente pero, por sobre todo, abre tu corazón