Has aprendido el valor de la observación. Tu capacidad de percibir y leer conceptualmente los acontecimientos se está expandiendo. Te das cuenta que la “visión” es más profunda que aquello que ven los ojos. Has aprendido a confiar en tus intuiciones sin juicios, con apertura y objetividad. Vas comprendiendo que la mente lógica y racional también es capaz de procesar esta información, mostrándote una realidad más amplia e interactiva. Estás trascendiendo los límites de los prejuicios en una liberación que integrará todos tus canales perceptivos.