Es posible que estés huyendo de tus emociones. Si tienes dudas, ¡Pregúntale a tu cuerpo! porque detrás de cada dolor físico se esconde una emoción no integrada. Es normal sentir a veces que las emociones nos sobrepasan y por lo mismo tratar de “anestesiarlas.” No obstante, ello impide también gozar con aquello que nos hace feliz y la vida se va volviendo plana y llena de dolores. Guarda la imagen de la Malaquita y medita unos momentos con ella. Te brindará la contención necesaria para observar y tomar distancia de lo que te agobia. Te ayudará a objetivar y a sentir sin miedo para vivir con consciencia, este y cada momento de tu vida.